jueves, 1 de diciembre de 2011

La transición entre preescolar y básica primaria


De acuerdo a las orientaciones pedagógicas reconocidas en la Ley General de Educación y en los lineamientos de preescolar, es importante que el desarrollo de las dimensiones para la formación integral, tengan continuidad en la educación básica. El cambio abrupto de procesos formativos en el preescolar, estructurados en torno a dimensiones del desarrollo humano, que en educación básica se tornan en áreas curriculares correspondientes con campos de conocimiento, posiblemente sea fuente de traumas y dificultades en esta transición que --como se recordará- constituye el pico más crítico en los indicadores de eficiencia del sistema educativo. En este proceso debe buscarse un desarrollar competencias técnico-pedagógicas que contribuyan eficientemente a la adaptación del niño frente a las exigencias estructurales de toda escolarización, sin menoscabo de la armonía en su desarrollo evolutivo, en concordancia con un ambiente pedagógico apropiado, con estrategias de enseñanza y aprendizaje que estimulen la creatividad, la autonomía, el pensamiento divergente y la autoestima del niño. La transición entre preescolar y básica primaria, EL docente debe ser un mediador, comprensivo y promotor de estrategias alternativas que estimulen el aprendizaje como forma permanente de vida.

Gómez (2000) asume que los docentes de Educación Inicial y primeros grados de Educación Básica deben tener un dominio teórico-práctico de las necesidades psicopedagógicas de los niños y niñas y de las características específicas de su entorno. Ello significa que su formación se centrará en la adquisición de un saber pedagógico científico que le permita la apropiación de las habilidades y destrezas requeridas como experto en Educación de la primera infancia. Debe, por ende, como lo expresa García (1997) ser conocedor del ámbito educativo en el cual el niño se desenvuelve, lo que implica un conocimiento de la realidad familiar y comunitaria en la cual ejerce su labor. En este particular, se realizó una permanente capacitación a los docentes, directivos y auxiliares docentes de las aulas conjuntas de las instituciones participantes.

Hoy día, se requiere asumir procesos de enseñanza y de aprendizaje desde paradigmas que promuevan el desarrollo integral de los niños y niñas, especialmente en la transición del preescolar al 1er grado de la Educación Básica puesto que este es el inicio de la escolarización formal del niño/a. De allí que, la praxis educativa e instruccional en el 1er grado de Educación Básica necesite con urgencia reestructurarse a través de un nuevo modelo educativo que le permita insertarse en el paradigma del desarrollo ecológico, psicológico, pedagógico y reflexivo y así dar respuesta a situaciones críticas como la transición del niño de preescolar a la escolaridad básica que hoy se hace impostergable.

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